Es un proceso anaerobio de alta carga en dos etapas que se ha aplicado con éxito en numerosos tipos de industria.
Es la tecnología más comúnmente aplicada para el tratamiento biológico de los efluentes industriales.
Es un proceso biológico simple que elimina sulfuro de hidrógeno (H2S) del biogás con un uso mínimo de químicos.
Mejora la eficiencia, reduce el mantenimiento y prolonga la vida útil del reactor.